Trastorno de ansiedad generalizada

¿Qué es el trastorno de ansiedad generalizada?

La ansiedad ocasional es parte normal de la vida. Muchas personas se preocupan por cosas como los problemas de la salud, el dinero o la familia. Sin embargo, las personas con trastorno de ansiedad generalizada se preocupan extremadamente o se sienten muy nerviosas con mayor frecuencia por estas y otras cosas, incluso cuando hay poca o ninguna razón para preocuparse. Por lo general, este trastorno involucra una sensación persistente de ansiedad o pavor que interfiere en la forma en que lleva su vida. No es lo mismo que preocuparse de vez en cuando por las cosas o sentirse ansioso debido a eventos estresantes en la vida. Las personas que tienen este trastorno sienten ansiedad con frecuencia durante meses y hasta años.

El trastorno de ansiedad generalizada se desarrolla lentamente. A menudo, comienza alrededor de los 30 años, aunque también puede ocurrir en la infancia. El trastorno es más frecuente en las mujeres que en los hombres.

¿Cuáles son las señales y los síntomas del trastorno de ansiedad generalizada?

Las personas con este trastorno pueden:

  • preocuparse demasiado por las cosas diarias;
  • tener problemas para controlar sus preocupaciones o sentimientos de nerviosismo;
  • ser conscientes de que se preocupan mucho más de lo que deberían;
  • sentirse inquietas o tener dificultad para relajarse;
  • tener problemas para concentrarse;
  • sorprenderse fácilmente;
  • tener problemas para dormir o para permanecer dormidas;
  • cansarse fácilmente o sentirse cansadas todo el tiempo;
  • tener dolores de cabeza, musculares o estomacales, o molestias inexplicables;
  • tener dificultad para tragar;
  • tener temblores o tics (movimientos nerviosos);
  • sentirse irritables o con los nervios de punta;
  • sudar mucho, sentirse mareadas o que les falta el aire;
  • tener que ir al baño a menudo.

A menudo, los niños y los adolescentes con el trastorno de ansiedad generalizada se preocupan excesivamente por:

  • su rendimiento, como en la escuela o en los deportes;
  • eventos catastróficos, como terremotos o guerras;
  • la salud de otros, como la de los miembros de la familia.

A menudo, los adultos con este trastorno se ponen sumamente nerviosos por situaciones diarias como:

  • la seguridad laboral o su rendimiento en el trabajo;
  • la salud;
  • las finanzas;
  • la salud y el bienestar de sus hijos y de otros familiares;
  • atrasarse;
  • completar las tareas del hogar y cumplir con otras responsabilidades.

Tanto los niños como los adultos con el trastorno de ansiedad generalizada pueden tener síntomas físicos que dificultan su funcionamiento y que interfieren en la vida diaria, como dolor, fatiga o dificultad para respirar.

Los síntomas pueden mejorar o empeorar con el tiempo y a menudo son peores durante los momentos de estrés, como con una enfermedad física, en época de exámenes escolares, o durante un conflicto familiar o de relaciones personales.

Origen

El origen del TAG puede ser multifactorial, incluyendo factores biológicos, psicológicos y ambientales. Se sabe que existen cambios en la química cerebral y la actividad neuronal en personas con TAG.

 También se ha encontrado que el riesgo del trastorno de ansiedad generalizada podría ser hereditario. La genética puede aumentar el riesgo de desarrollar el trastorno. Varias partes del cerebro y los procesos biológicos desempeñan un papel clave en el miedo y la ansiedad. Al aprender más sobre cómo funcionan el cerebro y el cuerpo en las personas con trastornos de ansiedad, los investigadores pueden desarrollar mejores tratamientos. Los investigadores también han descubierto que las causas externas, como pasar por un evento traumático o estar en un ambiente estresante, pueden aumentar el riesgo de desarrollar el trastorno de ansiedad generalizada.

Diagnóstico

Para diagnosticar el TAG, se debe cumplir con los criterios establecidos en el DSM-5, el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Estos criterios incluyen la presencia de preocupaciones excesivas y persistentes durante al menos 6 meses, dificultades para controlar la preocupación, y síntomas físicos y emocionales asociados con la ansiedad.

El trastorno de ansiedad generalizada a menudo se presenta junto con otros problemas de salud mental, lo cual puede hacer que el diagnóstico y el tratamiento resulten más desafiantes. Algunos trastornos de salud mental que con frecuencia se manifiestan junto con el trastorno de ansiedad generalizada comprenden los siguientes:

  • Fobias
  • Trastorno de pánico
  • Trastorno de estrés postraumático (TEPT)
  • Trastorno obsesivo compulsivo (TOC)
  • Depresión
  • Pensamientos suicidas o suicidio
  • Abuso de sustancias

Factores De Riesgo

A las mujeres se les diagnostica trastorno de ansiedad generalizada de manera un poco más frecuente que a los hombres. Los siguientes factores podrían aumentar el riesgo de padecer un trastorno de ansiedad generalizada:

  • Personalidad. Una persona que es tímida o que tiene un temperamento negativo o que evita cualquier situación peligrosa puede ser más propensa a padecer un trastorno de ansiedad generalizada que otras.
  • Genética. El trastorno de ansiedad generalizada puede ser hereditario.
  • Experiencias. Es posible que las personas con trastorno de ansiedad generalizada tengan antecedentes significativos de cambios de vida, experiencias negativas o traumáticas durante la infancia, o un suceso negativo o traumático reciente. Las enfermedades crónicas u otros trastornos de salud mental podrían aumentar el riesgo.

Complicaciones

Tener trastorno de ansiedad generalizada puede ser incapacitante. Este estudio puede:

  • Afectar tu capacidad de realizar ciertas tareas de manera rápida y eficiente, porque te cuesta concentrarte
  • Quitarte tiempo y hacer que no te concentres en otras actividades
  • Reducir tu energía
  • Aumentar el riesgo de que sufras depresión

El trastorno de ansiedad generalizada también puede provocar o empeorar otras afecciones físicas, tales como las siguientes:

  • Problemas digestivos o intestinales, como el síndrome del intestino irritable o úlceras
  • Dolores de cabeza y migrañas
  • Dolor y enfermedad crónicos
  • Problemas para dormir e insomnio
  • Problemas del corazón

Tratamiento

Si crees que tienes síntomas de este trastorno, habla con un médico u otro proveedor de atención médica. Después de conversar sobre tu historial clínico, es posible que te hagan un examen físico para asegurarse de que no tengas algún problema físico no relacionado que te esté causando estos síntomas. El proveedor de atención médica quizás te refiera a un profesional de la salud mental, como un psiquiatra, un psicólogo o un trabajador social clínico. El primer paso para un tratamiento eficaz es obtener un diagnóstico, generalmente dado por un profesional de la salud mental. 

Los tratamientos más avanzados para el TAG incluyen psicoterapia (en concreto la terapia cognitivo-conductual -TCC-), la terapia farmacológica y la terapia de mindfulness. La TCC es una terapia psicológica que ayuda a los pacientes a identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamientos negativos asociados con la ansiedad. Otra opción de tratamiento para el trastorno de ansiedad generalizada es la terapia de aceptación y compromiso. Esta terapia adopta un enfoque diferente al de la terapia cognitivo-conductual para los pensamientos negativos y utiliza estrategias como la atención plena y el establecimiento de metas para reducir su incomodidad y la ansiedad. En comparación con la terapia cognitivo-conductual, la terapia de aceptación y compromiso es una forma más nueva de tratamiento psicoterapéutico, por lo que hay menos datos disponibles sobre su eficacia. Sin embargo, diferentes terapias funcionan para diferentes tipos de personas, por lo que puede ser útil hablar con un profesional de la salud mental sobre qué tipo de terapia puede ser adecuada para usted.

Los medicamentos como los ansiolíticos y los antidepresivos también pueden ser efectivos en el tratamiento del TAG. La terapia de mindfulness, que se enfoca en la atención plena y la meditación, también puede ser útil para reducir los síntomas de ansiedad. En algunos casos, la combinación de estas terapias puede proporcionar los mejores resultados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Escribir un Whatsapp